Foto: RTVE.es
El próximo domingo, los últimos escaños de muchas provincias se van a decidir por muy pocas papeletas. La famosa fórmula de reparto proporcional de votos utilizada en España, la ley D’hondt, hace que en las circunstancias actuales, donde han aparecido dos nuevos partidos con porcentajes de votos relevantes, la asignación del último escaño esté mucho más competida. En la jerga política se conoce como ‘los restos’. Sucede que en muchas circunscripciones españolas el cuarto partido por número de votos no obtiene más de un 15%, lo que no le permite sumar un diputado pero sí determinar quién se lo lleva.
Por tanto, dependiendo de dónde votemos, hacerlo a un partido determinado puede provocar que el último diputado se lo lleve otro de signo radicalmente opuesto. Analizando el resultado de las pasadas elecciones generales se observa que en muchas provincias los votos al partido Ciudadanos no fueron suficientes para conseguir un diputado más pero sí para que Podemos se llevara el último de la provincia, en detrimento de los partidos constitucionalistas. Así son las matemáticas. Y tal vez en otros momentos no tenía importancia pero de cara al 26J, con el resultado tan apretado que apuntan las encuestas, parece importante conocerlo. Esto es lo que con gran tino pretende poner sobre la mesa el vídeo promocional del Partido Popular de las bolas de billar. Más allá de lo que nos pueda parecer el vídeo y teniendo clara su intencionalidad política, creo que el hecho merece una reflexión.
Sería interesante que los ciudadanos conocieran los resultados de este análisis en cada circunscripción. Seguro que los partidos políticos lo han hecho y no descarten que lo compartan con los ciudadanos en aras de que entiendan mejor la utilidad de su voto. Son unas circunstancias nuevas y en mi opinión históricas. Si se salva la bola de partido, la más que previsible recuperación económica de los próximos años, aplacará los ánimos populistas, verdadero riesgo en este partido. No creo que sea un ejercicio complicado, la prensa local podría hacerlo, y tal vez con esta información los ciudadanos votarían de forma distinta.
El planteamiento resulta mucho menos sofisticado que el de una buena amiga: “los socialistas en estas elecciones deberían votar al PP porque su mejor resultado posible sería aquel en el que no tuvieran que retratarse”.
Artículo publicado en ABC.
- Prima de riesgo: no es lo mismo Italia que España - 23 octubre, 2018
- La seguridad jurídica - 22 octubre, 2018
- Tribunal Supremo: rectificar es de sabios - 22 octubre, 2018