Somos 7.000 millones de personas en el mundo. 3.000 más que hace cincuenta años y probablemente 3.000 menos que dentro de medio siglo. Sin embargo, el crecimiento poblacional se va a dar, sobre todo, en África e India. El resto de zonas geográficas van a crecer poco -China- o, directamente, van a decrecer si no tenemos en cuenta los flujos migratorios. Por lo tanto, podríamos decir que la población mundial va a cambiar de color en el plazo de una generación.
Este crecimiento también va a provocar un vuelco en la relación entre las personas menores de 18 años y mayores de 65. La cada vez mayor esperanza de vida unida al decreciente número de nacimientos, provocará un cambio radical en la proporción entre niños y mayores con importantes consecuencia económicas y sociales.
El crecimiento de la economía mundial parece garantizado gracias a los 2.000 millones de personas que en los próximos años van a engrosar las filas de la conocida como clase media, que no es otra cosa que una familia que se puede permitir la adquisición de un coche. En términos de desarrollo, gran parte de ese crecimiento vendrá de China, cuya situación actual se parece a la nuestra hace cuarenta años; India, que aún se encuentra en niveles bastante inferiores o; más adelante, África, que está como estábamos por aquí hace un siglo.
Este análisis tan grueso permite sacar alguna conclusión clara y que últimamente parece estar en boca de todos: vamos a vivir más años y mantener el nivel de vida exigirá un ahorro mayor. Dicho ahorro, en una parte muy importante, tendrá que estar invertido en renta variable en busca de rendimientos y beneficiarse de que las dinámicas de crecimiento del mundo están garantizadas gracias a la expansión de la clase consumidora a nivel global en las próximas décadas, sobre todo en las mencionadas China e India.
Artículo publicado en ABC.
- Vacuna - 17 agosto, 2020
- Baile bancario - 17 agosto, 2020
- ¿Mercados eficientes? - 17 agosto, 2020