Cataluña: riesgo de cola

En lo que a los mercados se refiere, la respuesta al desafío independentista no está siendo mucha, todo lo contrario. Hasta cierto punto, y a tenor de la gravedad de los acontecimientos, da la sensación que los inversores están siendo, hasta cierto punto, complacientes cómo se dice en el argot financiero. Una caída de un 2% del Ibex o la ampliación en 15 puntos básicos de la prima de riesgo no es algo como para escribir a casa. En la semana de mayor tensión en lo que a incertidumbre se refiere, el proceso secesionista se ha saldado con una reacción de los mercados que ha estropeado muchos titulares.

Y todo apunta a que lo peor en términos de incertidumbre está ya por detrás. Tanto la comparecencia del Rey, que cerró la puerta al diálogo fuera de la ley, como la salida en tromba de empresas de Cataluña –que desmonta el mito de la Arcadia feliz del relato independentista– abocan a un pronto desenlace del pulso. Evidentemente, no se solucionará el problema de fondo –probablemente irresoluble– pero se saca de la ecuación de forma prácticamente definitiva la independencia como palanca.

Además, la solución que se dibuja a la actual crisis, sin ningún tipo de atajo y solo con la estricta aplicación de la ley, es un paso de gigante en lo que a seguridad jurídica se refiere. Una democracia con pantalones largos, que es como vamos a salir de esta crisis, constituye una magnífica noticia para todos. También para los inversores.

Artículo publicado en ABC.

José Ramón Iturriaga
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