En lo que llevamos de año, más que noticias ha habido declaraciones. Siempre desde la perspectiva de cómo pueden influir en los mercados, que es mi negociado, creo que con lo visto –o mejor dicho, oído– hasta ahora podemos sacar algunas conclusiones.
Por orden de importancia, quizá sean las declaraciones del electo presidente americano las que primero hay que comentar. Más allá de que el señor Trump se mantenga fiel al estilo que tan buenos resultados le ha dado, lo que no es especialmente tranquilizador, no dijo nada que no hubiéramos oído antes. En este caso, más que por lo que dice habrá que juzgarle por lo que haga.
En clave nacional, lo más noticiable en el aspecto político ha sido la polémica en torno a los dimes y diretes del expresidente Aznar. Más allá del oportunismo o la deslealtad que pueda representar, el solo hecho de que esto constituya el eje del debate en España resulta un síntoma inequívoco de cómo se ha relajado el riesgo político en nuestro país durante los últimos meses. Que todo sea que Aznar monta un nuevo e improbable partido político.
Y, por último, creo que merece la pena destacar las palabras del presidente de Bankia hace pocos días. Más allá de la lección de ponderación y sentido común a la hora de valorar los distintos retos que afronta el sector bancario español, José Ignacio Goirigolzarri apuntó que 2017 es un año para el optimismo en lo que a mercados se refiere. En su opinión, la larga travesía por el desierto de las cuentas de resultados de los bancos parece estar terminando. La recuperación del crédito, la caída de la mora y la eventual normalización de los tipos de interés permiten ser constructivo con el futuro de los resultados bancarios por primera vez en mucho tiempo. Y por ello, quizás estas últimas declaraciones sean las más importantes en lo que a las bolsas se refiere.
Artículo publicado en ABC.
- Vacuna - 17 agosto, 2020
- Baile bancario - 17 agosto, 2020
- ¿Mercados eficientes? - 17 agosto, 2020