Hace unos días, la mítica compañía de motos norteamericana era portada del «Financial Times» por su amenaza de dejar de producir en Estados Unidos si Donald Trump continuaba con la guerra comercial. No es una empresa grande, pero las razones tras esta decisión merecen una reflexión porque pueden ser lo que pare los pies al presidente americano en su carrera hacia ninguna parte. La tesis es sencilla: muchas compañías importantes no podrían producir en Estados Unidos si les imponen unos aranceles del 25%. Y Harley-Davidson es solo la punta del iceberg.
En la misma situación hay otras muchas compañías que tienen un tamaño relativo mucho mayor y que, aunque no hayan sido portada del «FT», seguro que ya le han hecho llegar el mensaje al presidente americano. Un buen ejemplo es el fabricante de aviones norteamericanos Boeing. Si hacemos un análisis muy somero del sector aeronáutico internacional, llegamos a la siguiente conclusión: en el mundo hay dos grandes fabricantes de aviones que se reparten el mercado, los márgenes son inferiores al 10% y en China se venden el 30% de la producción mundial. Así, un arancel a la compañía americana por parte de los chinos les sacaría del mercado.
El fabricante de aviones norteamericano no ha hecho ningún comentario público, pero no se quedará quieto. Es mucho lo que se juegan. Y no es la única compañía amenazada.
Por lo tanto, el señor Trump puede continuar tuiteando a horas intempestivas y amenazando con las penas del infierno, pero no puede ir mucho más allá del postureo. Y no hay que medir los desequilibrios de la balanza comercial como si fueran beneficios empresariales, pues si hay algún país que se beneficia de cómo va la vaina son los americanos. Y no creo que tarden mucho en explicárselo al bueno del presidente.
Artículo publicado en ABC.
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