El índice tecnológico americano cerró la semana pasada en positivo y ha recuperado más de un 30% en pocas semanas, lo que cayó tras la irrupción del coronavirus. Además, algunas de sus compañías más destacadas están en máximos históricos, o muy cerca de ellos. El precio de los demás activos, incluidos el resto de los índices americanos, también ha superado muy rápido las tensiones de los primeros momentos. Incluso la evolución del precio del petróleo empieza a recuperar cierta normalidad tras los últimos eventos.
¿Hay, como apunta la portada de «The Economist» de la semana pasada, un peligroso diferencial entre el mercado y la calle? La respuesta fácil es que sí. Entonces, ¿cómo puede ser que, coincidiendo con los peores datos económicos que se han visto nunca, los mercados no paren de recuperar? Para responder hay que entender que estos tratan de poner en precio lo que está por venir, no lo que ya ha pasado.
Y lo que nos están diciendo ahora es que, a diferencia de la última gran crisis, el parón económico no va a degenerar en una crisis del mercado de crédito. La pronta y enorme reacción por parte de los bancos centrales ha evitado la ruptura del mercado de bonos, seguramente la gran diferencia con la crisis de 2008. El parón –obligado– de la economía no se ha trasladado al sistema financiero.
Además, el mercado está poniendo en precio el carácter transitorio de esta crisis y muchos de los activos anticipan una recuperación en forma de «V».
Sin embargo, la Bolsa española, o mejor dicho los sectores más expuesto al ciclo europeo y que más pesan en el índice –de ahí su mal comportamiento relativo–, son los que se han llevado la peor parte. Resulta lógico que, por ejemplo, algunas compañías tecnológicas no solo hayan evitado el impacto, sino que se han visto reforzadas y ahora coticen en máximos históricos. Lo que no parece tener sentido es que en el análisis de los sectores más cíclicos se extrapolen comportamientos pasados en circunstancias no comparables que, además, no se aplican al resto de activos.
Es probable que la siguiente pata de la recuperación en Bolsa venga de la mano de estos sectores más cíclicos, una vez se confirme que en lo económico lo peor está por detrás. Y hoy no parece probable que las FANG (Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google) puedan doblar en precio en los niveles actuales, pero no es algo descartable en compañías cuyo precio anticipa el fin del mundo.
Artículo publicado en ABC.
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