La firma Cerberus compra una cartera inmobiliaria al BBVA de 12.000 millones de euros. ¡Boom! Gran operación, grande, muy grande. Muy buena para el banco español, que prácticamente de un plumazo limpia su balance y puede centrarse en su negocio. E igualmente, buenas nuevas para el private equity americano, que se hace con una gran cartera de activos a muy buen precio y con la que podrá aprovechar la recuperación –ya en marcha– del ladrillo español.
El fondo americano no es ningún recién aterrizado en el mercado español. Llevan varios años participando en diferentes operaciones corporativas y son grandes conocedores del inmobiliario, por lo que una transacción de estas características refrenda, en cierta medida, la recuperación del sector y el recorrido que todavía tiene por delante.
El precio de la operación no tiene mayor impacto en el capital del banco, lo que es un buen indicador del nivel de provisiones que acumulan los balances de los bancos españoles tras diez años de crisis. Por otro lado, también constituye un síntoma de que se están empezando a equilibrar las fuerzas entre compradores y vendedores. La operación se ha cerrado sin descuentos significativos sobre la valoración que el banco tenía apuntada en su contabilidad.
Más allá de las bondades que la transacción tiene para las dos partes, quizá lo más importante de una operación de estas características es que, además de todo lo anterior, corrobora el –gran– interés que tienen los inversores extranjeros en España. Se trata de una operación que ha sido extraordinaria, pero sin duda vendrán más. Los inversores más listos llevan ya un tiempo moviéndose en busca de oportunidades y, a la luz de las recientes operaciones, todo indica que van a seguir haciéndolo. Los demás irán soltando el brazo progresivamente. Por tanto, no resultan descartables posibles réplicas, tanto similares a la Cerberus como de cualquier otro tipo. La veda ya se ha levantado y España, gracias a la buena evolución y mejores perspectivas de nuestra economía y una valoración muy atractiva, ya es un destino privilegiado.
Artículo publicado en ABC.
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