Ibex: la semana más negra

La semana pasada ha entrado por méritos propios en la historia del comportamiento de los mercados. El jueves, la Bolsa española registró la peor caída de su historia, lo que, sumado a las caídas de las últimas semanas, hace que se acumulen caídas superiores al 30% en lo que llevamos de año. Con independencia de las consecuencias económicas de las medidas adoptadas para controlar el Covid-19, la reacción de los mercados está fuera de lugar. Y quizá la mejor forma de verlo es hacer un análisis comparativo que muestre la irracionalidad de la respuesta de los inversores.

Hoy la Bolsa está a los mismos niveles que en mínimos de 2009 –en 2011 se fue algo más abajo todavía–. Entonces, en marzo de 2009, estábamos en los primeros compases de la mayor crisis financiera de la historia. La caída de Lehman provocó una tormenta de proporciones bíblicas, que en ese momento no éramos capaces de abarcar y que estuvo en los orígenes de la crisis del euro. La economía española salió muy mal parada ya que, además de la crisis global, se sumó el pinchazo de la burbuja inmobiliaria y el rescate de la mitad del sistema financiero. En los cinco años que duró la recesión se perdieron diez puntos del PIB español.

Sin menospreciar los efectos de la crisis sanitaria actual, es seguro que no estamos en la situación que acabamos de describir. Sin embargo, es lo que las Bolsas han puesto en precio. Si siempre resulta difícil mantener la cabeza fría para tomar decisiones de inversión, la naturaleza de la crisis actual lo hace todavía más. Sin embargo, es lo que estamos obligados a hacer si no nos queremos dejar llevar.

Los precios de la Bolsa descuentan un escenario apocalíptico, que no encaja con la realidad económica actual. De igual manera que hoy no venderíamos nuestra casa si nos hicieran una oferta un 40% por debajo de su valor, tampoco debemos hacerlo con la Bolsa.

Con casi total seguridad, las malas noticias y la volatilidad continuarán y los movimientos bruscos siempre tienen réplicas. No hay que dejarse llevar. La Bolsa recuperará, seguro. No podemos saber cuándo, pero tampoco hay ninguna duda. Lo que está claro es que, con independencia de lo que pueda hacer en el corto plazo, hoy se puede comprar la Bolsa española a los mismos niveles que durante la peor crisis económica de la historia. Ahí la oportunidad.

Artículo publicado en ABC.

José Ramón Iturriaga
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