El análisis de la evolución de las estimaciones de crecimiento de las distintas economías a lo largo del año resulta un ejercicio muy interesante. Las distintas casas de análisis y organismos institucionales tienen ya unas estimaciones de crecimiento para las economías del mundo en 2018. Y estas estimaciones irán evolucionando a lo largo del año en función de los distintos inputs que se vayan recibiendo.
En el caso de España, y teniendo en cuenta todo lo que ha sucedido en los últimos años, podemos constatar que se ha infravalorado el potencial de crecimiento de forma sistemática. Durante los últimos cuatro años por estas fechas, las estimaciones de crecimiento han sido de media un punto porcentual inferior al dato final. Y no creo que las casas de análisis o las instituciones nos tengan manía, sino que, sencillamente, se están perdiendo algo.
El potencial de crecimiento de nuestra economía es más alto de lo que estiman y además es estructural. El modelo económico español ha sufrido una profunda transformación, como consecuencia de las reformas que se han llevado a cabo por el lado de la oferta –así se expresa en términos macroeconómicos– y que ha sentado las bases para un crecimiento más sano y con mayor recorrido. Además, la propia recuperación llama a más recuperación, como ya apuntan las dinámicas demográficas y del sector de la construcción. Por lo tanto, o se asume esta nueva realidad, o año tras año seguiremos asistiendo a este espectáculo de analistas corriendo como pollos sin cabeza detrás de la realidad económica de España.
Por último, no podemos obviar el momento del ciclo en el estamos. Frente a aquellos que de forma un poco impetuosa piensan que estamos en los minutos de la basura, muchos indicadores apuntan que aún estamos en la primera parte del partido. Tanto el apalancamiento del sector privado como la evolución de los márgenes empresariales o del crédito, entre otros, nos dicen que esto no ha hecho nada más que empezar. Los patrones históricos no aplican en esta recuperación por varias circunstancias, así que, a pesar del ruido, relájense y disfruten de un ciclo que va a ser bueno, bonito y largo.
Artículo publicado en ABC.
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