Insisto: esto no es 2008

Permítanme que insista, esto no es el 2008. Y creo que no está de más seguir dándole vueltas al tema porque el arranque de año ha despertado al fantasma de navidades pasadas. La economía china continúa creciendo y los que anticipaban un aterrizaje forzoso del gigante asiático tendrán que esperar a mejor ocasión. Los datos que conocimos las semana pasada siguen apuntando a crecimientos cercanos al 7%. Y más allá de las dudas que puedan suscitar los números del país asiático, podemos contrastar desde aquí con parámetros como las ventas de las grandes multinacionales occidentales allí. La demanda interna en China sigue creciendo a tasas superiores al 10%, gracias al mayor peso del sector servicios. Además, el crecimiento actual del PIB en términos absolutos es mayor que cuando crecían por encima del 10%.

250116-jriturriaga-jose-ramon-iturriagaHay que relativizar los efectos de las caídas del petróleo. El posible daño de un eventual agujero en el sistema financiero no tiene nada que ver con el de otros tiempos, fundamentalmente porque los bancos no han tenido tiempo de asumir mucho riesgo. La desaceleración de las economías emergentes no va a degenerar en una crisis de balanza de pagos similar a la de los 90, ya que el endeudamiento en divisas fuertes no es comparable a cómo estaban entonces.

Y con respecto a la situación geopolítica, lo que mejor define la situación actual, con conflictos en distintas partes del mundo, es la expresión inglesa “business as usual”. Evidentemente hay líos pero ¿cuándo no?. Incluso la desconcertante situación política española encaja dentro de esa expresión, pero el desenlace apocalíptico no se dará.

Así las cosas, a estas alturas lo importante consiste en no cometer errores de bulto. La semana pasada salvamos la primera bola. El señor Draghi estuvo una vez más por encima de las expectativas. Por ese lado deberíamos estar tranquilos. Al margen de la controversia que suscitan, las nuevas políticas monetarias constituyen una apuesta de una sola dirección. Y los banqueros centrales prefieren equivocarse por exceso que por defecto.

Artículo publicado en ABC.

José Ramón Iturriaga
Últimas entradas de José Ramón Iturriaga (ver todo)

Un comentario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.