El índice de bancos europeos ha caído más de un 30% en lo que llevamos de año y desde los máximos de abril del año pasado más de un 50. Lo único cierto es que nadie sabe bien qué hay tras este movimiento que ha pillado a muchos inversores con el pie cambiado. Y es que la banca parecía una buena forma de jugar la recuperación económica europea.
El miedo ante el posible daño que la caída en el precio del petróleo pueda provocar en los estados contables de los bancos está algo sobredimensionado, pues una vez hechos los números, no resulta suficiente. En los últimos días han surgido dudas sobre la sostenibilidad del modelo de negocio del sector bancario en un entorno de mayores exigencias de capital y los bajos tipos de interés que, lógicamente, sí tiene un importante peso en la rentabilidad de los mismos. Todo esto podría justificar que los bancos ganaran algo menos pero desde luego que no son los mimbres de una crisis sistémica.
El sistema financiero europeo tiene está más y mejor capitalizado, se financia en mejores condiciones y precios más baratos, y, quizá lo más importante, está bajo la supervisión del BCE, lo que debería servir para afianzar la credibilidad. Por tanto, al margen de que algún banco alemán o italiano pueda tener algún problema ya identificado, llegar a conclusiones sobre la (mala) salud del conjunto del sector resulta infundado.
El mayor riesgo de la banca podría ser la propia caída del precio de las acciones si finalmente provoca que se cumpla la profecía: el pánico se contagia al mercado de crédito y… sí, podría pasar. Sin embargo, creo que los bancos centrales del mundo no han recorrido todo este camino para que ahora les tiemble la mano para desmontar una crisis de confianza.
Artículo publicado en ABC.
- Prima de riesgo: no es lo mismo Italia que España - 23 octubre, 2018
- La seguridad jurídica - 22 octubre, 2018
- Tribunal Supremo: rectificar es de sabios - 22 octubre, 2018
Y yo que estoy en el convencimiento de que son los robots…
buenos días, los robots cada vez influyen más en los movimientos a corto plazo de los mercados. Los modelos algorítmicos y de gestión por riesgo tienen cada vez más peso y esto se traduce en que los movimientos de los mercados se retroalimentan ajenos a los fundamentales.
un abrazo