El movimiento del mercado en los últimos días ha sido extraordinario. Lo más destacable ha sido la subida de la curva de tipos de interés, que parece empezar a poner en precio la normalización de las expectativas de inflación. Este terremoto ha tenido su réplica en la Bolsa. La rotación sectorial ha sido enorme y, como el movimiento de la renta fija, ha pillado a muchos con el pie cambiado. Los sectores que hasta ahora habían tenido mejor comportamiento –eléctricas, concesionarias,…- han corregido fuerte y en cambio los sectores que se benefician de este movimiento –bancos, aseguradoras- han recuperado parte de las caídas que acumulaban.
La pregunta ahora es si este movimiento del mercado constituye un empujón puntual sin continuidad –o sólo en Estados Unidos-, o representa el inicio de una tendencia de mayor recorrido. A pesar de lo brusco que ha sido –no podía ser de otra forma–, si nos atenemos al nivel actual de los tipos de interés en términos absolutos, el movimiento no ha hecho nada más que empezar. Es difícil saber si esta es la ola buena o si será la siguiente, pero hay pocas dudas sobre el movimiento de fondo.
Con respecto a la Bolsa, quizá más interesante que entrar en el debate de cuánto se puede pagar por la renta variable con los nuevos precios del activo libre de riesgo –cuando los tengamos claros–, es buscar oportunidades en aquellas cotizadas en las que la única justificación de las valoraciones ha sido precisamente el escenario de bajos tipos de interés en el que llevamos inmersos tantos tiempo.
Artículo publicado en ABC.
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