La prima y los tipos, difíciles de prever

La famosa prima de riesgo, que tantas veces ha sido portada durante los últimos años, continúa desinflándose sin prisa pero sin pausa. La semana pasada acabó por debajo de los 100 puntos básicos y, según parece, no preocupan ni las tribulaciones políticas nacionales, ni los miedos internacionales con los que desayunamos a diario en sus distintas versiones. Hace unos meses estuvo por debajo de la italiana y hoy España paga el menor tipo de interés de su historia por financiarse. Por supuesto, algo tendrán que ver las políticas monetarias de los bancos centrales y sus programas de compras masivas de deuda en todo este fenómeno.

JRI 22-8-2016Sin embargo, no es mi intención hablar de los bancos centrales, que bastante tarea tienen con tanto crítico de salón, sino de la normalización de los tipos de interés. La situación actual no constituye una ‘nueva normalidad’ –new normal– como decimos los cursis y a la vez resulta poco probable que los tipos vuelvan a los niveles de principio de este siglo. Y dado que la intervención de los bancos centrales es temporal por definición, tampoco podemos esperar que se mantengan en los niveles actuales sine die. Lo lógico en un mundo con poca inflación es que los tipos a corto plazo se estabilicen entre el 1% y el 2% y entre el 3% y el 4% a largo plazo.

Todos los sesudos análisis y las críticas que se vierten sobre las políticas de los bancos centrales van a quedar en papel mojado cuando, en unos meses, los tipos comiencen a normalizarse. La Reserva Federal ya ha comenzado el proceso, el Libor ha doblado en los últimos meses y en la zona euro no tardaremos en seguir ese camino. En cuanto cambie la percepción, el primer 1% de subida del Euribor va a ser cosa de pocos meses.

Artículo publicado en ABC.

José Ramón Iturriaga
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