No llueve tanto

Nos hemos pasado varias semanas hablando del fin del mundo y en pocos días las Bolsas han recuperado significativamente sin saber bien por qué. La caída del precio del petróleo, la desaceleración de las economías emergentes –con China a la cabeza–, los problemas de la economía americana, etcétera. Todos estos temores parecen disiparse o por lo menos han pasado a un segundo plano sin ninguna razón evidente. Y al margen de las primeras impresiones, hay que entender que los mercados son así, tanto cuando suben como cuando bajan.

eqed-marzo-2016-jriturriagaEl comportamiento de los mismos en periodos cortos solo constituye un reflejo del estado de ánimo de la comunidad inversora y de nada más. Valga lo sucedido durante estos meses como prueba de ello. Nos hemos pasado un año intentando justificar las caídas de las Bolsas a toro pasado, mientras que los acontecimientos se empeñaban en desmontar todos y cada uno de los argumentos empleados. Los mercados son volatilidad y ésta representa el peaje a pagar por tener exposición a renta variable en las carteras de los inversores. Las Bolsas suben y bajan y los movimientos se justifican de forma más o menos acertada siempre a posteriori.

La conclusión más relevante y útil que podemos obtener de la sorprendente recuperación que hemos visto en los últimos días es que, para ganar dinero en Bolsa, no hay que tratar de anticipar los movimientos de mercado, sino que, al contrario, no hay otra que sufrirlos. Mantengo una elevada convicción en que los mismos inversores que se han beneficiado de las últimas subidas también se habían comido las caídas previas.

Artículo publicado en ABC.

José Ramón Iturriaga
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