En las últimas semanas se ha cerrado una importante operación inmobiliaria en Madrid. La venta de la Torre Espacio, una de las cuatro que se construyeron en la antigua ciudad deportiva del Real Madrid, marca el último precio de referencia del inmobiliario ‘prime’, por utilizar la jerga del sector. Por un paquete de aproximadamente 60.000 metros cuadrados de superficie en dicha torre, el inversor internacional ha pagado más de 9.000 euros el metro cuadrado. Y la operación no llega a los precios máximos del ciclo anterior pero tampoco andan muy lejos.
Además, el precio al que se ha cerrado el acuerdo es una buena muestra de lo que está pasando con el mercado de oficinas a nivel europeo. La rentabilidad exigida por los inversores a la rentas que se generan por la vía del alquiler están en mínimos históricos. Una consecuencia más del nivel en el que se encuentran los tipos de interés. La pregunta clave, de cara a decisiones de inversión futuras, es dónde se van a estabilizar a largo plazo. Los grandes inversores internacionales, que gracias a los volúmenes de dinero que mueven son los que disfrutan de menores costes financieros, parecen tenerlo claro y exigen cada vez más a sus inversiones financieras. Lógicamente, esto se traducirá en mayores precios de los activos y, por tanto, menores rentabilidades.
En el caso concreto del mercado español, los inversores deben tener en cuenta que ese mismo ciclo, el de las rentas procedentes del alquiler, solo ha empezado a recuperarse y está todavía muy lejos de los máximos del ciclo anterior. Por ello, nuestro sector inmobiliario resulta más atractivo que otros mercados europeos donde los precios se encuentran más cerca de los máximos.
Artículo publicado en ABC
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