Operaciones con sentido industrial

Cada día tiene su operación corporativa. Los que seguimos la actualidad económica, desayunamos todos los días con algún tipo de operación corporativa. Carteras de bancos, hoteles, inmobiliarias, participaciones en compañías eléctricas, etc… Todos los días hay algo.

Y tiene todo el sentido. Si metemos en la misma coctelera tipos de interés muy bajos, mercados de capitales a pleno rendimiento y, como sucede en el caso español, empresas a precios atractivos en términos absolutos y muy atractivos en términos relativos, se dan todos los elementos para que la fiesta continúe.

20180416 EQED jriturriagaHasta hace poco, los grandes fondos extranjeros de capital riesgo –Cerberus, Apollo, CVC y Blackstone– eran los protagonistas del baile y se estaban poniendo tiznados. Han hecho todo tipo de operaciones, de todos los tamaños y en muchos sectores. Y aunque siguen siendo los reyes de la noche, los industriales empiezan a asomar la patita.

Esta situación del mercado merece una reflexión. Por un lado, los fondos anglosajones siguen a pleno rendimiento. Lo vimos hace dos semanas con la oferta sobre la socimi Hispania: Blackstone va con todo. Y CVC con Gas Natural. O las carteras de los bancos, con operaciones cada vez más grandes y los mismos compradores que antaño, todos ellos con un marcado carácter financiero, lo que constituye un buen termómetro del atractivo que tienen los activos españoles. Además, es sintomático de que lo hecho hasta ahora –que no ha sido poco– les está saliendo bien.

Por otra parte, que estén apareciendo jugadores de perfil industrial en este tipo de operaciones es también buena señal. Hasta hace bien poco han estado agazapados, tenían el brazo encogido. Cabe recordar que los consejos de administración de las compañías españolas están compuestos por personas que se levantan cada mañana escuchando a Herrera, Alsina o Jiménez Losantos y, como resulta lógico, no han tenido la tranquilidad de espíritu necesaria para lanzarse a hacer operaciones corporativas hasta hace bien poco. Lo que Keynes definió hace ya unos cuantos años como los «animal spirits» empiezan a levantar cabeza. E irá a más porque muchas de estas operaciones tienen sentido industrial y los ánimos empiezan a ser otros.

Así las cosas, lo lógico sería que en los próximos meses se acelerara el aluvión de operaciones corporativas, lo que es una muy buena noticia para las Bolsas y los que invierten en ellas.

Artículo publicado en ABC.

José Ramón Iturriaga
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