Llegados a este punto, si detrás de las últimas caídas en Bolsa, como venimos comentando en esta página semana tras semana, no está ni la economía de China, ni la caída en el precio del petróleo, ni una recesión mundial, ni tampoco –como insisto hoy– la banca europea, entonces, ¿qué explica los fuertes recortes, sobre todo en la Bolsa europea –ya que la americana está a menos de un 15% de sus máximos-, durante los últimos meses?
Parte de la explicación tiene que ver, con toda seguridad, con los estilos de inversión que se han impuesto últimamente y que, entre otras cosas, hace que los movimientos bursátiles se retroalimenten y aceleren sin tener en cuenta otra cosa que el propio movimiento. La conclusión podría ser que los índices, en plazos tan cortos, son más un reflejo del estado de ánimo de los inversores que de los fundamentales del mercado.
Sin embargo, y esto es elaboración propia, detrás de movimientos tan bruscos como lo vivido –como he repetido ya hasta la saciedad– en los que no hay nada claro, algunos agentes del mercado con una visión bastante completa del funcionamiento del mismo se están posicionando para sacar provecho de la situación en cuanto se recupere la cordura. Sin ir más lejos, la semana pasada se conocieron las posiciones que, tanto de forma directa como vía derivados, tienen grandes fondos de inversión –más o menos especulativos– en renta variable española, y la sorpresa fue grande. Evidentemente, esta teoría tiene la misma consistencia que todas las que hemos desarrollado en los últimos meses.
Ahora bien, no soy el primero en relacionar caídas tan fuertes y persistentes con el origen de una crisis. Es lo que el ahora filántropo, pero sobre todas las cosas especulador, George Soros, define como teoría de la reflexividad: los movimientos de los mercados, en un sentido o en otro, afectan a la propia actividad económica. Y podríamos estar ya en el punto en el que las caídas de los mercados nos arrastren a una recesión pero tanto la valoración de la Bolsa como el ánimo de los bancos centrales hace difícil que esta situación se enquiste.
Artículo publicado en ABC.
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