Fuente: Investing
La salida de Alierta ha hecho que corra mucha tinta. «Una trayectoria de éxitos»; «Uno de los ejecutivos más relevantes del siglo»; «Deja una compañía más grande y diversificada», han sido alguno de los titulares que con todo merecimiento le ha regalado la prensa de forma unánime y muy destacada.
Quizás se ha echado de menos lo que en esta página valoramos más: el análisis de la generación de valor para el accionista durante los años que ha estado al frente de la compañía, sobre todo teniendo en cuenta el control tan exhaustivo que ha tenido el maño. La mejor muestra de esto es que no termina de irse porque se queda en el consejo y el nuevo máximo responsable de la compañía, Álvarez Pallete, no hereda el cargo de Presidente Ejecutivo que había ostentado César Alierta. Detalle nimio, o tal vez no tanto.
De su gestión se ha destacado la internacionalización de la compañía, sin duda un proceso muy ambicioso que ha convertido a Telefónica en una de las compañías líderes en el mundo de las telecomunicaciones. Esta expansión se ha traducido en un incremento notable de volumen de negocio y el número de clientes. Sin embargo, ha sufrido la evolución de las divisas de los países en los que se hicieron estas inversiones (Argentina, Venezuela o Brasil) por lo que el valor generado no ha sido tal en los últimos años.
Estos días ha pasado algo desapercibido el mayor error financiero de su mandato: que todo pivote en torno a la política de dividendos con independencia de la situación financiera de la compañía. Esto condujo a la empresa a un punto crítico en 2012 que el precio de la acción –o sea los accionistas– pagó con creces. Sin embargo la lección parece no estar aprendida porque hoy siguen fijando una cantidad fija para el dividendo al margen del ‘cash-flow’ –flujo de caja– generado.
La acción estos años lo ha hecho peor que el Ibex35, bastante peor, aunque ha sido una de las compañías de telecomunicaciones europeas que mejor lo ha hecho en este periodo. La digitalización y mantener su capacidad de lobby en España, entre los retos de Álvarez-Pallete.
Artículo publicado en ABC.
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