El precio del petróleo sube para luego bajar y volver a subir y bajar. Y sus movimientos siempre traen cola. Cuando sube porque sube y al revés. Movimientos más o menos bruscos en cualquier sentido son portada de los noticiarios y objeto de sesudos análisis que justifican el movimiento que en ese momento esté en marcha.
Cuando hace no tanto -poco más de un año- el petróleo se fue por debajo de los 50 dólares el barril, surgieron voces muy reputadas justificando que el precio podía seguir corrigiendo hasta los 20 dólares. Y ahora esas mismas voces, o muy parecidas, cacarean bien alto que hay motivos más que de sobra para que el precio se vaya cerca de los 100 dólares. Rizando el rizo, un banco de inversión norteamericano ha publicado recientemente un análisis en el que veían el precio del barril a 99. Y no deja de sorprenderme lo fino que hilan, sobre todo porque es el mismo banco que hace dos años decía que caería hasta los 20 dólares por barril. En fin.
Más allá de que los argumentos se puedan retorcer todo lo que se quiera en un sentido o en otro, hay que tener claro que el precio del petróleo lo marca el coste de extracción del último barril que se consuma, al margen de la volatilidad que pueda sufrir. Ese precio marginal, a medida que la oferta crece impulsada por las nuevas tecnologías, está cada vez más abajo. Hoy, con prácticamente la mitad del precio por barril actual, las plataformas de fracking son rentables.
Así las cosas, sin ninguna duda el precio del petróleo puede continuar subiendo. Pero de lo que tampoco hay ninguna duda es que luego bajará. Y lo razonable es que en algún momento se estabilice donde marca la producción marginal del último barril. Y acabará llegando. A largo plazo, el desafío del petróleo es otro. En resumen y como me han leído en otras ocasiones: de igual manera que la edad de piedra no acabó por falta de piedras, la del petróleo tampoco terminará por falta de petróleo.
Artículo publicado en ABC.
- Prima de riesgo: no es lo mismo Italia que España - 23 octubre, 2018
- La seguridad jurídica - 22 octubre, 2018
- Tribunal Supremo: rectificar es de sabios - 22 octubre, 2018