Polarización en la Bolsa

Tras el buen comportamiento de la Bolsa europea el último año, merece la pena coger algo más de perspectiva y analizar lo que ha hecho estos dos últimos años. En 2019 cayó fuerte, sobre todo en la última parte del año; pero si incluimos los resultados de 2018 la rentabilidad anualizada –dividendos incluidos– no se aleja mucho de la media histórica –un 6-8% anual–.

Ahora, si analizamos el comportamiento por sectores estos últimos años, la dispersión en el comportamiento es extraordinaria. La diferencia entre los que lo han hecho bien y los que no es enorme, probablemente de las mayores que se han producido nunca en un periodo tan breve. Así que, frente al comportamiento de los índices, la diferencia entre haber invertido en uno u otro sector es enorme.

Se pueden hacer muchas lecturas de esto y probablemente cada cual pretenda arrimar el ascua a su sardina. Ahora parece que es un buen argumento que desmonta la gestión pasiva, pero la realidad es que en un índice de grandes compañías multinacionales europeas la diferencias frente al índice entre unos sectores y otros han sido enormes.

No es fácil predecir qué nombres lo harán mejor o peor porque no siempre sigue una lógica: la ineficiencia de los mercados es algo contrastado a lo largo del tiempo. En los últimos años, los múltiplos que el mercado estaba dispuesto a pagar por las diferentes compañías han marcado la diferencia. Se ha producido una expansión extraordinaria de los mismos que solo puede explicarse por el nivel de tipos de interés en Europa.

Hoy lo que más importa es lo que hagan los mercados en los meses que tenemos por delante y todo apunta a que los tipos de interés seguirán mandando. Algunos miembros del BCE lo empiezan a tener cada vez más claro: hay que aprovechar la ventana de oportunidad que da la economía para salir del rincón en el que se encuentra la política monetaria europea. Como decía la semana pasada el gobernador del Banco de Francia, no es tanto que los tipos tengan que ser más bajos, sino que deben ser bajos durante más tiempos.

La pregunta sería: ¿los tipos en Estados Unidos actualmente son bajos o altos? Pues eso, los tipos en Europa, a nada que la macro lo permita, deberían converger con los americanos. Y eso, en Bolsa, probablemente supondría que se cerrara el diferencial de comportamiento que hemos tenido en los últimos años.

Artículo publicado en ABC.

José Ramón Iturriaga
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