La prima de riesgo solo es noticia cuando las cosas no van bien. Sin embargo, en ese afán que me caracteriza de tocar las narices, la noticia es que la prima volvió a irse por debajo de los 100 puntos básicos durante la semana pasada.
Al publicarlo en Twitter, perfiles diversos me afearon la conducta. Desde los que lo leen exclusivamente en clave política y piensan que no es posible que la percepción de riesgo española mejore, hasta aquellos que achacan los méritos a los demás, nunca a España.
Con la seguridad de que no voy a convencer a nadie, a los primeros les diría que no es así, que la evolución de la renta variable o de la renta fija, poco o nada tiene que ver con la realidad política de un país. Y más en la zona euro, donde el margen de actuación de los políticos de turno es bastante limitado. Sé que resulta difícil disociar la política de los mercados, más si lo pasamos por el filtro de las filias y fobias de cada cual, pero la realidad es así: la influencia de la política en los mercados es muy inferior a la que intuitivamente le atribuimos.
Y respecto a los que argumentan que la prima disminuye porque suben los tipos en Alemania, les diría que la normalización del interés que pagan por su deuda no puede leerse más que como un paso hacia una percepción del riesgo más razonable. Dicho de otra manera, lo que pagan los alemanes por endeudarse a largo plazo es el mejor indicador de la distorsión actual en la percepción de riesgo. Dicha valoración incorpora la posibilidad de que el euro salte por los aires. Así las cosas, que la prima de riesgo en España disminuya por esa razón sería una muy buena noticia. En cualquier caso, en lo que llevamos de año, esa reducción de diferenciales de los bonos se ha producido fundamentalmente por la caída en rentabilidad del bono español.
Parece que al mercado no le preocupan mucho los augurios que campan por ahí.
Artículo publicado en ABC.
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