La realidad de la economía española

La revisión al alza de las estimaciones de crecimiento de la economía española por parte del Banco de España (BdE) durante la semana pasada certifica que, como todos más o menos intuíamos, la economía española va como una moto. Cuarto año de recuperación y tercer año de crecimiento por encima del 3%. Pero lo más importante, la autoridad monetaria confirma la enorme transformación obrada en nuestra economía en estos años. La institución que preside Luis M. Linde (en la imagen) resalta las ganancias de competitividad como el soporte principal sobre la que se sustenta la recuperación. El incremento de las exportaciones, la inversión directa y el capex son las consecuencias directas de la mejora en competitividad. Y el resultado es extraordinario: en los últimos diez años hemos pasado de tener un déficit por cuenta corriente superior al 10% a registrar superávit. En términos macroeconómicos no hay precedentes de un ajuste semejante. Se trata de un hito y hay que otorgarle la debida importancia, que es muchísima.

El BdE, en su nota, además de revisar al alza las estimaciones de crecimiento, apuntaba que este año se va a cumplir con los objetivos de déficit público, y será la primera vez. Como resulta lógico, la lectura para la deuda soberana también es muy positiva: con crecimientos nominales por encima del nivel de déficit público, el endeudamiento público en relación a su peso con respecto al PIB comienza a contraerse. Así, empieza a adivinarse la solución a uno de las grandes preocupaciones de la economía española, nuestra deuda. También señalaba la autoridad monetaria la fuerza con la que se está recuperando el empleo. Apuntan a que en 2019 puede irse cerca del 13%, que comparado con los niveles del 25% de hace poco tiempo resulta otro hito de nuestra economía.

Sin embargo, lo más importante no lo recoge el informe. Lo mejor es que la economía está cogiendo tracción y que todas estás dinámicas no han hecho nada más que empezar. A las ganancias de competitividad, que lógicamente son estructurales, hay que sumar el hecho de que está primera parte de la recuperación se ha hecho con el sector de la construcción hecho unos zorros y el crédito contrayéndose. Estos dos factores se están sumando ya a todo lo anterior por lo que, lejos de decaer, la economía española va a seguir con el viento de cola.

Artículo publicado en ABC.

José Ramón Iturriaga
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