Reflation trade

Llevamos hablando de esto unas semanas y será el nombre del juego que nos espera en los próximos meses. La tendencia subyacente del mercado es poner en valor la recuperación de los precios (inflación) de la mano de un mayor crecimiento económico. Superado el “trámite” de las elecciones, el mercado sigue su curso sin importarle mucho quien ha ganado. Todo lo contrario, si hay algo que podemos tener claro tras el resultado del pasado martes en Estados Unidos –y no sólo me refiero a la presidencia, sino también a la mayoría republicana en ambas Cámaras-, es el acelerón de las políticas fiscales. La rebaja de impuestos será probablemente una de las primeras medidas de la nueva Administración e irá acompañada de un plan de inversiones en infraestructuras todo lo ambicioso que se le permita.

jri-14-11-2016Y en esa nueva política fiscal, los americanos no van a estar solos. Japón fue de los primeros en echarse al monte y el Reino Unido no tardará mucho en ir detrás. Europa irá a la zaga, víctima de sus propias contradicciones, aunque hay que reconocer que algo se ha avanzado frente a la intransigencia original. Así las cosas, podemos confirmar que la política fiscal cogerá el relevo a unas políticas monetarias que, en cualquier caso, seguirán dando soporte a la economía mundial. ¡Más madera, esto es la guerra!

El mantra del estancamiento secular, es decir: crecimiento escueto en un entorno de precios a la baja, se va a poner en entredicho. Y lo que es más importante, va a pillar –ya está pillando– a todo el mundo con el pie cambiado. Un punto más de crecimiento mundial e inflación al alza, en tanto que las curvas de tipos de interés tendrán que absorber la normalización de las políticas monetarias, representan un escenario muy adverso para los activos de renta fija. Por el contrario, resulta favorable para la renta variable, sobre todo para aquellas compañías cuyos resultados se han visto lastrados por los extraordinariamente bajos tipos de interés; y no lo es tanto para aquellas compañías que en este mismo entorno cotizan a múltiplos históricamente altos por su condición de proxys al bono.

Artículo publicado en ABC.

José Ramón Iturriaga
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