Tercer QE

Un buen consejo para los inversores es poner en cuarentena los miedos sobre el descarrilamiento de la economía mundial que de un tiempo a esta parte campan a sus anchas por medios de comunicación y redes sociales. La desaceleración de los países emergentes, a la luz de los datos que estamos conociendo en las últimas semanas, está teniendo muy poca repercusión en las economías desarrolladas. Una reducción de la tasa de crecimiento en China de un 1% tiene un impacto ligeramente superior a una décima en el mismo parámetro de las economías desarrolladas. Nada que deba hacernos perder el sueño.

EQED-octubre-JRIturriaga-Jose-Ramon-IturriagaSin embargo, el menor crecimiento de los países emergentes sí ha supuesto una caída muy notable en los precios de las commodities, provocando una caída de la inflación a nivel global. Y como no podía ser de otra manera, los discípulos del apocalipsis ya pregonan al unísono los males de la deflación. En esta situación, se han reabierto dos debates: por un lado, los inversores se preguntan si las políticas monetarias implementadas hasta ahora han sido efectivas y, por otro, si estamos a las puertas de una nueva ronda de QE. El segundo es una incógnita pero el primer debate se cierra rápido: resulta evidente que sí. Echar tres años la vista atrás sería suficiente para entender que las decisiones adoptadas por los bancos centrales han sido todo un acierto. La peor crisis financiera desde los años treinta del siglo pasado no se ha convertido en una depresión a nivel global fundamentalmente gracias a ellos.

Los miedos deflacionistas en los países occidentales están sacados de contexto. Una cosa es que la caída en las materias primas lleve la inflación a terreno negativo y otra muy distinta que se vayan a retrasar decisiones de consumo o inversión por estas anticipadas rebajas. Culturalmente no tiene fundamento y la presión en precios no es una consecuencia exclusiva de la caída de las materias primas. Así las cosas, no caigamos en la trampa semántica a la que nos empujan los pesimistas del lugar. Los bancos centrales han sido tremendamente exitosos en sus políticas y no tienen ninguna presión para levantar el pie del acelerador. No lo interpretemos del revés.

Artículo publicado en ABC.

José Ramón Iturriaga
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Un comentario

  1. Ya hemos vivido etapas en que los emergentes (antes subdesarrollados), llevaban una marcha debilitada y las materias primas eran baratas y la economía de los países OCDE iba de maravilla.

    Opino, en definitiva, que anda en lo cierto.

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